En el complejo de zona sur se dio una cita no muy difundida por estos tiempos de carácter amateur pero que reúne muchísimos condimentos. Todos los deportistas que realizan la disciplina en ambas instituciones de zona sur rindieron examen con el objetivo de avanzar un paso en sabiduría y conseguir el siguiente cinturón.
El club local tuvo momentos de gloria en el deporte con protagonistas que obtuvieron a nivel zonal y nacional logros que marcaron a fuego a Rosario y que dejaron su sello. Ahora el profesor Rubén Díaz, el mismo que estuvo al mando en esas épocas, volvió para encausar el camino, ya que el grupo que practica esta arte marcial allí es realmente acotado y en su casi totalidad son niños.
Se sabe que Argentina es especial y dotada por los deportes y lo mismo ocurre con la ciudad. Muchos son los yudocas con marca registrada en este arte y el objetivo es volver a las raíces. Los pequeños de Tiro y Saladillo ya pusieron primera y tienen la ilusión de avanzar en conocimiento y también quedarse con ese empujón anímico llamado cinturón.
La cita fue tarde y con mucho frío, pero el calor lo aportaron ellos los protagonistas con responsabilidad y demostrando todo lo aprendido. Si algo caracteriza a Rubén Díaz es su seriedad a la hora de trabajar y el amor sumado al respeto que tiene por el Judo. Por eso no llamó la atención que pida en reiteradas ocasiones silencio al público presente para que los chicos pudieran lograr un óptimo desempeño.
Sorprendió la cantidad de padres que se acercaron hasta el recinto Tricolor a presenciar el examen, con hermanos de los niños que jugaban en la sala contigua. Todo transcurrió la mayor tranquilidad posible, mientas los colaboradores intentaban ordenar a los más chicos que se mostraron tímido en gran parte de la noche.
La prueba propiamente dicha consistió en las instrucciones que el jurado dio a cada uno de los participantes que tenían que llevar los pedidos a cabo. Movimientos, tomas, derribos, entre otras cosas bajo la atenta mirada de los tres jueces en la mesa. Los chicos intentaron sortearon la prueba con el anhelo de obtener el siguiente cinturón, el gran estímulo. Aunque algunos se mostraron rígidos y faltos de confianza, a otros les sobró tranquilidad para realizar la prueba.
Un viejo conocido de Díaz llegó y se ubicó cerca del Tatami (colchoneta). Era José María Espinoza, destacado yudoca en sus tiempos y hoy miembro de la Confederación Argentina
Por otro lado, antes de conocerse los resultados, esos que ayudaron en la colchoneta son hoy destacados deportistas argentinos en la disciplina. Entre ellos las mujeres Julieta Camero y Julieta Iglesias, que junto a Julián Bejarano brindaron una exhibición de Cata (espada) para el deleite del público. Este dúo se ubica tercero en el ranking nacional. Fue una noche que sin dudas tuvo todos los condimentos y le sirvió a la gente para conocer más sobre este curioso deporte elogiado por su lealtad. Aunque vale aclarar que para el profe Díaz es un arte y una ciencia ante todo, sin olvidar que marca un estilo de vida.
Chicos participantes de la Graduación
Para cinturón Amarillo
Tiro Suizo: Agustín Ortiz
Para cinturón Amarillo-Naranja
Tiro Suizo: Santiago Alé
Para cinturón Naranja-Verde
Tiro Suizo: Gian Luca Colicci
Para cinturón Verde:
Tiro Suizo: Guido Gómez
Promoción Punta Azul:
Tiro Suizo: Ignacio Buleje
Nahuel Pepa
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